El accidente laboral en situación de autónomo.

 

“Ser autónomo es una profesión de riesgo”, así lo manifestaba el Secretario General de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), quién alertaba de las “inasumibles cifras de siniestralidad” que sufren los trabajadores por cuenta propia. Tan sólo en los dos primeros meses de 2024, se han registrado 5.160 accidentes laborales sufridos por trabajadores autónomos. Cifra, que, de acuerdo con el Ministerio de Trabajo y Economía Social, representa un incremento del 5% en comparación al mismo periodo del año anterior.

Estas alarmantes cifras relevan una realidad preocupante: los accidentes laborales entre los trabajadores autónomos son una problemática latente. Sin embargo, lo que complica aún más la situación es la falta de claridad con respecto a cómo deben actuar los profesionales autónomos en comparación a los trabajadores por cuenta ajena.

Si eres autónomo y quieres saber qué se considera accidente laboral como trabajador por cuenta propia, qué supuestos están excluidos, y cuáles son las diferencias normativas que existen con respecto a los trabajadores asalariados, sigue leyendo esta publicación.

¿Qué se considera accidente de trabajo para un autónomo y qué supuestos están excluidos?

Según el artículo 316.2 de la Ley General de la Seguridad Social, y gracias a la reforma introducida por la Ley 6/2017 de Reformas Urgentes de Trabajo Autónomo, “se entenderá como accidente de trabajo del trabajador autónomo el ocurrido como consecuencia directa e inmediata del trabajo que realiza por su propia cuenta y que determina su inclusión en el campo de aplicación de este régimen especial.”

Por lo tanto, estaremos ante un accidente laboral del trabajador autónomo cuando:

  1. El accidente esté relacionado con las tareas que realiza el trabajador por su cuenta. (Se determina su trabajo dentro del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos o RETA).
  2. El accidente ha ocurrido mientras el trabajador autónomo estaba llevando a cabo dichas actividades, bien de manera directa o bien de manera indirecta.

Por ejemplo, un fontanero autónomo que se encuentra reparando una tubería en la casa de un cliente, sufre una caída y se fractura el brazo. Esto constituiría un accidente laboral, ya que está directamente relacionado con su trabajo de fontanero, y está llevando a cabo una tarea específica relacionada con su actividad profesional cuando ocurrió el accidente.

Por ello, en base a estos criterios, se consideran accidentes laborales por trabajadores autónomos:

  • Los accidentes que ocurren durante actos de salvamento u otras situaciones similares, y que están relacionados con el trabajo. Por ejemplo, un trabajador autónomo que se lesiona al auxiliar a un compañero que ha quedado atrapado bajo una viga que se derrumbó en el sitio de la obra.
  • Las lesiones sufridas por el trabajador durante su tiempo y en el lugar de trabajo, una vez demostrada la conexión con su labor como autónomo. Por ejemplo, el fontanero que sufre la caída y se rompe el brazo.
  • Se incluyen como accidentes laborales las enfermedades que contrae el trabajador como resultado directo de su actividad laboral por cuenta propia, siempre y cuando se demuestre que la enfermedad se originó exclusivamente debido a la ejecución de dicha actividad. Por ejemplo, un jardinero que desarrolla alergias graves a ciertas plantas con las que trabaja regularmente en su jardinería.
  • En esta línea también se consideran como accidentes laborales aquellas enfermedades o condiciones preexistentes del trabajador que se agravan como resultado de las lesiones sufridas en el accidente inicial. Por ejemplo, un pintor que padece problemas respiratorios previos experimenta un empeoramiento de su condición tras inhalar vapores tóxicos de las pinturas con las que trabaja en un proyecto de renovación de un edificio antiguo.
  • Accidente laboral en el trabajo desde casa. Se considerará accidente laboral siempre y cuando el profesional haya declarado oficialmente su que su domicilio es también su centro de trabajo, y que el accidente haya ocurrido durante el ejercicio de su actividad laboral.
  • Accidente in mission, que es el accidente que ocurre al ir o al volver del lugar donde se ha prestado el servicio o la actividad económica o profesional. Es importante no confundirlo con el accidente in itinere, que es el accidente que ocurre en el trayecto entre el domicilio del trabajador y el lugar donde desarrolla su actividad laboral.

Supuestos excluidos: Qué no es un accidente de trabajo.               

En el caso de los autónomos, los supuestos de accidentes de trabajo se ven más limitados, siendo excluidos los siguientes casos:

  • Los accidentes causados por eventos de fuerza mayor que no estén relacionados con el trabajo del trabajador autónomo no se consideran accidentes laborales. Por ejemplo, un autónomo que va caminando por la calle y sufre un accidente al ser atropellado por un vehículo. El accidente no está relacionado con su actividad laboral y se considera un evento de fuerza mayor.
  • Los accidentes causados ​​por el comportamiento doloso, negligente o imprudente del propio trabajador autónomo tampoco se consideran accidentes laborales. Por ejemplo: si un electricista autónomo decide manipular un cable eléctrico sin seguir las medidas de seguridad adecuadas, a pesar de conocer los riesgos y como resultado, sufre una descarga eléctrica. Este accidente no se considera laboral debido a la imprudencia temeraria del trabajador.
  • Los accidentes de trabajo in itinere, en el caso de los autónomos, los accidentes in itinere no están, generalmente, cubiertos por la Seguridad Social como accidentes laborales, a menos que se pueda demostrar que el mismo ocurrió en un trayecto directo y sin desviaciones entre el domicilio y el lugar donde realiza la actividad económica. En los casos donde el lugar de trabajo corresponde al domicilio, deberá haberse declarado como tal de forma oficial.

¿Qué hacer si sufres un accidente laboral como autónomo?

Si sufres un accidente laboral o padeces una enfermedad profesional lo primero que debes hacer es notificarlo a la mutua a la que perteneces. Si tras el reconocimiento médico, este te da de baja, tendrás que presentar a través del Sistema Delt@ la documentación requerida (el parte de baja laboral, fotocopia del DNI, Modelo 145, ETC).

Una vez cumplimentado todo, el trabajador autónomo recibirá una bonificación con una duración de 365 días, la cuál corresponderá al 75% de la base reguladora, y se otorgará a partir del día siguiente al de la baja en el trabajo, pudiendo prorrogarse hasta un máximo de 180 días, dependiendo de la duración de la incapacidad.

La base reguladora se calcula en función de las cotizaciones que el trabajador autónomo haya realizado a la Seguridad Social. Esta cantidad suele basarse en los ingresos del autónomo durante un período específico anterior al accidente o enfermedad.

Es importante destacar que este proceso de reclamación de indemnización y prestaciones por enfermedad profesional o accidente de trabajo suele requerir la presentación de documentación médica y administrativa adecuada, así como el seguimiento de los procedimientos establecidos por la Seguridad Social. Por lo tanto, te recomendamos contar con asesoramiento legal o consultar con la Seguridad Social para garantizar que se cumplan todos los requisitos necesarios para obtener la indemnización correspondiente.