Si estás en situación de insolvencia y no sabes cómo pagar tus deudas porque no tienes dinero, existen diversas opciones legales que te darán más tiempo o facilidades para pagar, o que incluso te permitirán librarte de parte de la deuda. Renegociación con los acreedores, consolidación de la deuda, declaración de insolvencia o Ley de Segunda Oportunidad. Te contamos sus pros y sus contras.
Una situación a la que cada vez más debemos hacer frente en un despacho de abogados es la de ofrecer soluciones legales a personas que nos hacen la pregunta “¿Cómo pagar mis deudas si no tengo dinero?”. Y es que pocas situaciones generan más inseguridad a una persona o familia que acumular deudas.
Y es que tener deudas no solo supone un evidente problema económico, sino también emocional que se refleja en trastornos psicológicos como inseguridad, miedo, estrés o depresión. Un problema que crece exponencialmente como una bola de nieve cuando no se puede pagar y las deudas se acumulan.
¿Qué puedo hacer para pagar mis deudas?
Si, como algunos de los clientes a los que ya hemos asesorado, te preguntas “¿Cómo pagar mis deudas si no tengo dinero?”, te ofrecemos cuatro opciones legales que deberías tener en cuenta, porque te pueden ayudar a hacer más cómodos los pagos e incluso a librarte de parte de ella.
1. Renegociación de la deuda
Lo primero que te recomendamos es que intentes negociar con tus acreedores un plan de pago al que puedas hacer frente. Puedes intentar que te “perdonen” parte de la deuda, fraccionarla para pagarla a plazos que sí puedas asumir, o incluso alargar el plazo de pago. Puedes negociar tú, o dejarlo en manos de un abogado especializado que ejerza como mediador. No solo tendrá experiencia en renegociación de deudas, sino que aportará al acreedor credibilidad sobre tu intención de hacer frente a la totalidad o parte de la deuda.
2. Consolidación de la deuda
Si tienes varias deudas con acreedores diferentes, puedes intentar consolidarlas en un único pago mensual a través de una empresa o un abogado especializado en consolidación de deudas. Reunir todas las deudas en una sola a largo plazo puede darte más tiempo para pagar con mensualidades muy asumibles, pero a cambio puede generar también más intereses. Motivo más que suficiente de nuevo para dejarse asesorar por un abogado especializado.
3. Declaración de insolvencia
Es una protección legal cuando no dispones de suficientes activos o ingresos para pagar tus deudas. Pero ojo, declararse insolvente no significa que estés exento de pagar las deudas. Es una medida para que no te puedan perseguir los acreedores mientras intentas reestructurar o liquidar tus deudas pero no implica necesariamente que la deuda quede perdonada, y además puede tener consecuencias negativas como la incapacidad de pedir un crédito en el futuro. Por ello, antes de tomar esta medida, recomendamos encarecidamente consultar con nuestros abogados expertos en insolvencia.
4. Ley de Segunda Oportunidad
Y, sin duda, la opción que más está creciendo en los últimos años, especialmente cuando fallan todas las demás opciones, es la posibilidad de acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad, un instrumento legal que permite tanto a personas físicas como a autónomos poder cancelar parcial o totalmente sus deudas y empezar de nuevo
Tu (Ley de) Segunda Oportunidad
¿Cómo pago mis deudas si no tengo dinero gracias a la Ley de Segunda Oportunidad? ¿Es cierto que se me pueden perdonar parte de esas deudas? Son dos de las preguntas más habituales cuando hablamos a nuestros clientes de una Ley tan explícita (“segunda oportunidad”) como útil para aquellas personas que no encuentran la forma de pagar sus deudas.
La Ley de Segunda Oportunidad permite exonerar a una persona física del pago de aquellas deudas a las que no puede hacer frente, siempre que previamente haya agotado todas las posibilidades de pagarlas.
Para acogerse a esta Ley y obtener una Segunda Oportunidad es necesario cumplir una serie de requisitos legales. Estos requisitos y procedimientos legales deben cumplirse escrupulosamente, por lo que recomendamos encarecidamente la participación de un abogado especializado. Y es que un error al presentar los procedimientos y solicitud puede suponer la diferencia entre obtener la cancelación de una deuda de decenas o cientos de miles de euros, o no poder librarse de ella.
En definitiva, pagar (o cancelar) una deuda total o parcialmente es posible, incluso aunque no se tenga dinero. Pero cuando hablamos de acciones que pueden tener una incidencia tan crucial en tu futuro, te recomendamos que confíes en el asesoramiento y representación de un abogado especializado en la materia.